Performing Pictures es: Geska Helena Andersson (nacida en 1975, Kristianstad, Suecia) y Robert Brecevic (nacido en 1971, en Gotemburgo, Suecia). El dúo radica en Estocolmo, trabajando en la escena Artística de las bellas artes con un enfoque dirigido hacia las imágenes en movimiento y las nuevas tecnologías dentro de la multimedia actual. Los artistas formalizaron su colaboración en 2005, a partir de ese entonces, exploran y desarrollan arte fílmico respondiendo a una serie de limitaciones de la imagen en el tiempo y el espacio. La pareja se esfuerza por diseñar nuevos montajes significativos dentro de la narrativa cinematográfica con posibilidades interactivas, su trabajo capta la simple descripción que se encuentra en un suceso, un gesto y en una relación entre uno o más caracteres. Su trabajo ha sido financiado por la Unión Europea: programas cultura en 2000, a través de 3 años con el proyecto europeo de colaboración en el gremio de: integradores de realidad y generadores, además por el consejo científico sueco a través de una subvención de 3 años de trabajo artístico con el proyecto llamado “cinésense”.
El trabajo de Performing Pictures, ha sido ampliamente mostrado y apreciado en muestras nacionales que incluyen lugares como Kulturhuset, Konstnärshuset, iD: i galleri, Konsthall c, Avesta Verket y diversos espacios públicos. Internacionalmente, el trabajo ha sido exhibido en lugares como el museo de arte contemporáneo en Minsk, la galería monumento Bargate en Southampton dentro del foro universal de las culturas en Monterrey, México. Festivales como son: el festival de órgano de navegación en San Petersburgo y Alkantara en Lisboa, también su trabajo ha sido finalista en Videomedeja 10mo, Festival de Vídeo Contemporáneo en Serbia, Canarias Mediafest, Premio Mobius Nordica, entre otros.
Como modus operandi, Performing Pictures desarrollan prácticas artísticas basadas en la cooperación y generosidad, trabajando en asociaciones igualitarias que permitan la planificación, el desarrollo y la conclusión de las obras artísticas, ya sea por medio de dos dimensiones de apoyo o los que van más allá. Por lo tanto la autoría como tal se convierte en co-autoría, que está exenta de disputas sobre la propiedad individual de la obra en su conjunto, o de sus componentes, la relación es un modelo que carece de jerarquía, donde la asignación de funciones y responsabilidades no son disposiciones fijas, sus obras dan esperanza para compartir afinidades, pero también para compartir los desacuerdos, conflictos y la incompatibilidad, la coexistencia de estas discrepancias generan diálogo para transformarse en una sorprendentemente serie de imágenes construidas.